ROMANOS 10. LA SALVACIÓN ESTÁ CERCA

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LA SALVACIÓN ESTÁ CERCA
ROMANOS 10:6 … el modo de la fe para hacernos justos ante Dios dice: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?” (para hacer bajar a Cristo a la tierra). 7 Ni tampoco digas: “¿Quién descenderá al lugar de los muertos?” (para volver a Cristo de nuevo a la vida)». 8 En realidad, dice: El mensaje está muy cerca de ti, está en tus labios y en tu corazón. Y ese mensaje es el mismo mensaje que nosotros predicamos acerca de la fe: 9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. 10 Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por confesarlo con tu boca que eres salvo. 13 Pues todo el que invoque el nombre del SEÑOR será salvo. NTV.
Debido al conocimiento de que la vida no termina con la muerte física del cuerpo y que existe algo más allá de la muerte, una vida eterna en el reino de los cielos, el hombre en sus fuerzas ha intentado tener esa vida eterna y morar eternamente en el reino de los cielos. Con esos deseos, el hombre ha inventado muchas formas de poder obtener la vida eterna y entrar en el reino de los cielos. Han inventado doctrinas, movimientos religiosos, han tratado de llevar una vida intachable, han hecho buenas obras y sacrificios corporales para que el dios en el que creen ellos tenga misericordia y les de la vida eterna que anhelan. Pero ninguna de las acciones que haga el hombre para alcanzar la salvación y la vida eterna no servirá de nada, ya que la salvación y la vida eterna no resulta de los esfuerzos de los hombres, sino únicamente de la gracia inmerecida de Dios en favor de los hombres.
Esta gracia divina para que el hombre alcance la salvación, siempre ha estado presente y a vista de los hombres, pero los hombres han caminado ciegamente y no han visto la salvación que justamente ha estado siempre en su frente, o si lo han visto lo han ignorado por seguir viviendo bajo los deseos perversos de su naturaleza pecaminosa. La salvación y la vida eterna estuvo disponible desde el momento mismo de la creación, ya que todas las cosas creadas hablan de la existencia de un Dios Todopoderoso. De la misma manera fue un poco más evidente con la entrega de la ley al pueblo hebreo. Pero esta salvación se evidenció en su totalidad con la muerte y la resurrección de Cristo. En la actualidad, la salvación y la vida eterna está más evidente que en el período del Antiguo Testamento, ya que la humanidad presente, no solo tiene la revelación por la creación, ni solo las leyes del Antiguo pacto, sino que también tiene los escritos del Nuevo Pacto, los cuales se encuentran detallados en los evangelios, las cartas escritas por los discípulos de Cristo. No solo que estos escritos están a libre disposición, sino que también es predicado por muchos siervos de Cristo alrededor del mundo.
La salvación y la vida eterna ya no tiene que ser buscada en los sacrificios, ni las buenas obras o en el cumplimiento riguroso de la ley. La salvación está muy cerca de los hombres, está en una pronunciación de las palabras hechas por fe en el sacrificio realizado por Jesucristo en el madero. Para que esta salvación esté muy cerca de los hombres, el Unigénito Hijo de Dios, descendió a la tierra para llevar la vida perfecta que los pecadores no podían vivir: él guardó la Ley por ellos. Llevó una vida perfecta para obtener la justicia que los pecadores necesitaban. Además, él sufrió la muerte que los pecadores merecían debido a sus múltiples transgresiones y con su propia sangre pagó por el incumplimiento de la Ley de que ellos eran culpables. Mediante su obediencia perfecta, Cristo ganó la justicia que necesitaban los hombres para alcanzar su salvación y vida eterna. Gracias a la intervención de Cristo, ahora la salvación está en el corazón y en la boca de los hombres, por eso solo tienen que creer de todo corazón que Dios levantó a Su amado Hijo Cristo Jesús de los muertos y proclamar con su boca que Jesucristo es Su Señor y salvador.