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Breve estudio de la Biblia, capítulo a capítulo a través de los devocionales diarios.
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813 ตอน
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×UNA VIDA ARMÓNICA Colosenses 3:12 Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. 13 Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros. 14 Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía. 15 Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos. NTV. La santidad de un creyente es lo primordial, ya que Él que los llamo de la esclavitud del pecado, es Santo. Jesucristo mientras estuvo en este mundo, no cedió a las tentaciones del maligno, ni tampoco a los placeres que ofrece este mundo, sino que llevó una vida totalmente santa, sin mancha, y sin ninguna contaminación del pecado. Los creyentes pese a conocer el estilo de vida que llevó el Unigénito Hijo de Dios mientras caminó entre los hombres, ellos no ponen su empeño en llevar una vida que refleje el estilo de vida de su Señor y Salvador Cristo Jesús. La manera de cambiar esta realidad, es que los redimidos por la sangre de Jesucristo, finalmente comprendan que fueron elegidos por el único Dios verdadero para que sean parte de su pueblo amado, para que vivan una eternidad junto a Él en el reino de los cielos. Una vez que los creyentes comprendan que su ciudadanía no es de este mundo, sino del reino de los cielos, su comportamiento será diferente al comportamiento del resto de los hombres que viven sin Cristo en sus corazones. Finalmente empezarán a comportarse como verdaderos hijos de Dios, apartándose del pecado gradualmente hasta poder llevar una vida de santidad, tal como es el anhelo de su amoroso Padre Celestial. Para llevar una vida santa, los creyentes deberán vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. De la misma manera deberán ser comprensivos con las faltas de los demás y perdonar a todo el que los ofenda, tal como un día el Unigénito Hijo de Dios perdonó absolutamente todos sus pecados. Sin duda, perdonar sinceramente a los que les ofenden, es lo que más les cuesta a los creyentes. Pese a que sea demasiado duro perdonar a su prójimo, el creyente debe hacerlo, con la sinceridad que Cristo le perdonó, y lo absolvió de toda culpa delante de Dios Padre. Otra vestidura para que el creyente viva en santidad es el amor, ya que el amor une al creyente con sus semejantes en perfecta armonía, no solo con otros hermanos de la fe, sino con todas las personas de su entorno. Esto es posible ya que el amor está lleno de otras virtudes que facilitan la convivencia con otros individuos, por eso es primordial que el creyente tenga amor en su corazón, ya que, sin amor, no podrá vivir en armonía con otros, sino en discordias constantes. Vivir en armonía no significa que no deban existir opiniones distintas entre los creyentes, sino que debieran trabajar juntos en amor, más allá de sus diferencias. En una convivencia armónica gobernada por el amor, los creyentes podrán encontrar la verdadera paz que proviene de Jesucristo. La paz que proviene de Cristo es un estado del redimido por el cual puede relacionarse con su Creador y con los hombres en forma libre. Es la paz que sobrepasa el entendimiento humano, es la paz que solamente Dios puede dar. Por otro lado, la paz es declarar la guerra al pecado, a Satanás y toda su nefasta influencia aquí en la tierra. La paz es la certeza de estar en la voluntad de Dios y esto es posible solamente por lo que Cristo hizo en la cruz del calvario. Esta paz que el creyente debe tener o que debe gobernar, la tiene que ejercitar en la comunidad, convirtiendo así a la iglesia en un ejemplo de paz para el mundo. Queridos hermanos. La convivencia armónica dentro de la comunidad cristiana y dentro de la sociedad humana, debe ser la prioridad para los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo. Para esta vida armónica, los creyentes deben estar vestidos de su nueva naturaleza en Jesucristo, ya que esta vestimenta está llena de virtudes propias del Unigénito Hijo de Dios, siendo la más importante de estas virtudes el amor. Hermanos. Solo el amor hará que tratemos a nuestros semejantes con tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia, tal como nuestro amoroso Padre eterno nos trata todos los días. Con estas expresiones del amor, podemos tener una vida armónica en la comunidad, con la verdadera paz que proviene de nuestro amado Señor y Salvador, Cristo Jesús.…
CIRCUNCISIÓN ESPIRITUAl Colosenses 2:11 Cuando ustedes llegaron a Cristo, fueron circuncidados, pero no mediante un procedimiento corporal. Cristo llevó a cabo una circuncisión espiritual, es decir, les quitó la naturaleza pecaminosa. 12 Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos. 13 Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. 14 Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. NTV. Cuando un criminal es finalmente juzgado y sentenciado por quebrantar alguna de las leyes que rige a una nación, se levanta un acta en su contra. Un documento en el cual se describe detalladamente todos los cargos por los cuales la persona fue sentenciada. De la misma manera, en este documento o acta, se encuentra redactado la pena que debe pagar por sus acciones. Algo similar sucede en el ámbito espiritual, cuando las personas quebrantan los mandatos del eterno Creador, un acta es levantada en su contra, un documento que contiene todos los pecados cometidos en contra de Dios. Igualmente contiene la sentencia final, que es la condenación eterna en el lago de fuego. Toda la humanidad sin excepción tiene un acta en la corte celestial levantada en su contra, ya que toda la humanidad de una o de otra manera ha quebrantado los mandatos del único Dios verdadero. El acta en contra del hombre pecador, se encuentra reposando en la corte celestial, esperando ser ejecutada en el final de los tiempos. Pero gracias al amor y la misericordia de Dios, la humanidad puede ser liberada de esta acta levantada en su contra, puede ser totalmente libre de toda condenación eterna. Esta liberación solo es posible si el hombre pecador acepta en su corazón el sacrificio realizado por Jesucristo en la cruz del calvario. Cuando una persona acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, el Unigénito Hijo de Dios circuncida la naturaleza pecaminosa del hombre, y lo libera del acta levantado en su contra. En el pasado, antes del sacrificio de Jesucristo, los judíos varones eran circuncidados en señal de su pacto con Dios, pero con la muerte de Jesucristo en el madero, todo esto cambió, la circuncisión corporal ya no era necesaria. Al momento que el hombre acepta a Cristo, su entrega o consagración a Dios queda escrita en su corazón, no en el cuerpo. Cristo les hace libres de los malos deseos a través de una operación espiritual, no una operación física. Dios quita su vieja naturaleza y les da una nueva naturaleza en su amado Hijo. La circuncisión espiritual del creyente es realizada durante el bautismo en agua. Cuando el creyente se bautiza es sepultado con Cristo. Y con Él también es resucitado para que viva una vida nueva, debido a que confían en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos. Antes de su declaración de fe, el hombre pecador está muerto a causa de sus delitos y pecados, pero tras la declaración de fe en Cristo Jesús, la naturaleza pecaminosa es quitada y entonces, Dios les da vida con su amado Hijo al perdonar todos sus pecados. Jesucristo anuló el acta con los cargos que había contra el hombre pecador y la eliminó clavándola en la cruz. El creyente es totalmente libre y ya no tiene ninguna condenación por los actos de su vieja naturaleza de pecado, ahora es totalmente libre para poder entrar a morar en el reino de los cielos. Queridos hermanos. El acta que fue levantada en nuestra contra fue definitivamente anulada en la cruz del calvario. Ahora somos totalmente libres para llevar una vida en conformidad a la voluntad de nuestro amoroso Padre eterno. La anulación del acta en nuestra contra, no significa que podemos vivir en el libertinaje, sino que fuimos liberados de la condenación de nuestros pecados para que llevemos una vida que honre y glorifique a nuestro amado Señor. Hermanos. Ahora que somos libres del acta que nos condenaba, debemos apartarnos definitivamente de los actos que nos llevaron a esa condenación. Debemos apartarnos de los deseos de nuestra vieja naturaleza de pecado, y vivir en nuestra nueva naturaleza, alabando y glorificando el santo nombre de nuestro Señor y Salvador Cristo Jesús, y servirle con los dones y talentos que hemos recibido de su Santo Espíritu.…
D
Devocionales Bíblicos Jesus Is Life

LIBRES DE CULPA Colosenses 1:19 … a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo 20 y, por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra por medio de la sangre de Cristo en la cruz. 21 Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, estaban separados de él por sus malos pensamientos y acciones. 22 Pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta. NTV. Antes de la llegada de Jesucristo a este mundo, la única manera de alcanzar el perdón de los pecados y la salvación, era por medio del sacrificio de animales. Este ritual sacrificial era practicado únicamente por el pueblo hebreo, ya que ellos fueron elegidos por Dios Padre para que sean su pueblo amado. A ellos por medio de este acto sacrificial, les había dado la tarea de proclamar el perdón de los pecados a todas las naciones del mundo, y así reconciliar a toda la humanidad con Dios. Pero el pueblo hebreo, no fue fiel con las ordenanzas que Dios les había dado, sino que se enfrascaron en sí mismos y en la práctica de las tradiciones que ellos mismos habían cultivado con el pasar de los tiempos. Enfrascados en estas prácticas, no abrieron la puerta a la proclamación del amor de Dios por toda la humanidad. Por la negligencia mostrada por el pueblo escogido, Dios actuó personalmente, y envió a su amado Hijo, para que por medio de Él, toda la humanidad pueda alcanzar la reconciliación. Sin excepción, toda la humanidad se encuentra enemistado con Dios, debido a sus delitos y pecados, todo aquel que diga que no es culpable de estos cargos, es totalmente mentiroso, ya que todos de una y otra manera, pecan y ofenden de gran manera a Dios. El hombre constantemente está pecando, ya sea con sus pensamientos, con sus palabras o con sus acciones, por eso vive enemistado con Dios y necesita ser reconciliado para poder alcanzar el perdón a sus pecados, y la posibilidad de vivir eternamente en el reino de los cielos. Solo por medio de la reconciliación con Dios Padre, el hombre puede liberase de la condenación eterna, por eso si el hombre no alcanza la reconciliación con Dios antes de su muerte física, irremediablemente será condenado a una eternidad de sufrimiento en el lago de fuego. Dios no deseó, no desea, ni deseará que la corona de su creación sea condenada a una eternidad de sufrimiento, por eso, por medio de su amado Hijo Cristo Jesús, hizo posible que la humanidad alcance la reconciliación. La muerte de Cristo en el madero, abrió un camino para que todos puedan llegar a la presencia de Dios Padre, sin ningún temor de ser condenados por sus delitos y pecados. Jesús con su sacrificio, puso a un lado al pecado que le impedía al hombre disfrutar de una relación correcta con su eterno Creador. Esto no significa que toda la humanidad ha sido salva, sino que el camino ha sido abierto para todo aquel que confiese que Jesucristo es su Señor y Salvador, sea salvo. Una vez que el hombre confiese el señorío de Cristo en su corazón, tendrá paz con Dios, pues habrá alcanzado la reconciliación, pues Cristo ya pagó un alto precio en la cruz por sus delitos y pecados cometidos. Ahora, el hombre redimido gracias a la preciosa sangre del Unigénito Hijo de Dios, es totalmente libre de toda condenación. Como resultado de su proclamación de fe, los creyentes, son trasladados a la presencia de Dios Padre, son santificados, libres de culpa y pueden presentarse delante de Él sin temor a ser condenados por sus vidas pasadas. Queridos hermanos. Nadie es lo suficientemente bueno para salvarse a sí mismo, ya que todos hemos pecado de una, o de otra manera, por eso estamos enemistados con Dios y necesitamos ser reconciliados con Él para alcanzar la vida eterna en el reino de los cielos. La única manera de alcanzar la reconciliación con Dios Padre, es aceptando el sacrificio realizado por su amado Hijo Cristo Jesús en el madero, pues aparte de Él, no hay forma de que nuestros pecados sean perdonados o quitados definitivamente de nuestra vida. Hermanos. Una vez que hemos alcanzado la redención, debemos permanecer firmes en la verdad del evangelio, poniendo nuestra confianza solo en Jesús para que perdone nuestros pecados, nos presente justos delante de Dios y nos dé el poder suficiente para vivir como Él quiere que lo hagamos. Ahora que hemos sido reconciliados con Dios Padre, apartémonos definitivamente de nuestra vieja naturaleza y vivamos en nuestra nueva naturaleza en Cristo, honrando y glorificando su santo nombre.…
GOZO EN EL SEÑOR Filipenses 4:4 Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! 5 Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto. 6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. NTV. La alegría de todas las personas que han alcanzado la redención, debe estar totalmente independiente de las circunstancias que le toque vivir, ya sea que tengan todo lo necesario para satisfacer sus necesidades básicas, o no lo tengan. Pero para la mayoría de creyentes no es posible tener alegría en toda circunstancia, porque la alegría de este grupo de creyentes, depende de su buena salud, de su estabilidad económica y la ausencia de las dificultades en sus vidas. En contraste a la mayoría de creyentes, el apóstol Pablo comprendió que su alegría no dependía de las circunstancias de su vida, sino que dependía de su relación con el unigénito Hijo de Dios, por eso el apóstol, sentía gozo o alegría aun en situaciones para nada favorables, porque mantenía una estrecha comunión con el Señor. Jesucristo llenaba completamente cualquier vacío en su vida, ya sea el vacío de la necesidad, tristeza, dolor o enfermedad. Pablo tenía el gozo del Señor en su corazón, por eso aun cuando estuvo preso en un obscuro y húmedo calabozo, manifestó su completo gozo, al alabar y glorificar el santo nombre del Señor de los Señores. La actitud del apostol Pablo en medio de la adversidad, enseña lecciones importantes para los creyentes de la actualidad: La actitud interior no necesita reflejar las circunstancias externas que el creyente pueda estar atravesando. El apóstol estaba lleno de gozo y alegría porque sabía que, pese a que se encontraba encerrado en el calabozo, el Unigénito Hijo de Dios estaba con él. Por todo lo que había atravesado en su vida cristiana y su servicio al Señor, Pablo insta a los filipenses, y a toda la generación de futuros creyentes a regocijarse en el Señor sin importar la circunstancia que puedan estar atravesando. La solicitud del apóstol Pablo, es difícil de cumplir para la mayoría de creyentes, ya que no todos alcanzan la madurez espiritual como lo había alcanzado el apóstol. Pues para el creyente inmaduro es muy fácil desalentarse frente a circunstancias que no son placenteras o tomar hechos sin importancia como si lo fueran. El gozo supremo no debe de venir de las cosas materiales, de los recursos económicos, de la buena salud, o de las posesiones que el creyente pueda tener, el gozo supremo esta presente en la vida del creyente desde el momento que Cristo empezó a habitar en su corazón. El creyente debe permanecer siempre gozoso debido a que fue liberado de toda condenación futura a causa de sus delitos y pecados pasados, presentes y futuros. Desde el momento de la conversión del hombre, Cristo permanece cerca del creyente y en su Segunda Venida podrá disfrutar de Su presencia en toda su plenitud. Él que habita en el corazón del creyente, cumplirá su máximo propósito. Al tener Gozo en su corazón, el creyente podrá disfrutar de una verdadera paz que proviene de Dios. La paz de Dios es diferente a la paz del mundo. La paz verdadera no se encuentra en el pensamiento positivo, en la ausencia de conflictos o en buenos sentimientos. Ella es producto de saber que Dios controla. La ciudadanía del creyente en el reino de Cristo está asegurada, su destino está determinado y puede tener victoria sobre el pecado. Queridos hermanos. El gozo cristiano no tiene relación alguna con el efímero contexto de la vida, y por ello no es víctima de un día fugaz. En un momento el creyente lo puede tener todo, y perderlo en un instante, por eso el gozo del creyente no debe depender de las circunstancias del momento. En el corazón del creyente, el gozo debe permanecer sin importar el momento o las circunstancias que pueda estar atravesando, ya que su gozo proviene de la libertad que tiene en Cristo Jesús. Hermanos. Que nuestro gozo no dependa de nuestras circunstancias momentáneas. Debemos estar siempre alegres y gozosos ya que nuestra vida eterna en el reino de los cielos está asegurada, gracias al sacrificio realizado por Jesucristo en el madero en nuestro favor.…
FE EN CRISTO Filipenses 3:6 Era tan fanático que perseguía con crueldad a la Iglesia. Y, en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra. 7 Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. 8 Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo 9 y llegar a ser uno con él. Ya no me apoyo en mi propia justicia, por medio de obedecer la ley; más bien, llego a ser justo por medio de la fe en Cristo. Pues la forma en que Dios nos hace justos delante de él se basa en la fe. NTV. En algunos movimientos religiosos actuales, existe una perspectiva errónea en cuanto al perdón de los pecados, la justificación y la salvación, pues creen que pueden obtenerla por medio del cumplimiento estricto de la Ley dada por Dios Padre al pueblo hebreo en el pasado. Esta perspectiva, es errónea, ya que los hombres no pueden alcanzar la justificación por sus propias obras, sino que necesitan la intervención Divina. Esta intervención Divina la realizó Jesucristo cuando voluntariamente vino a este mundo y entregó su vida en la cruz del calvario, para que toda la humanidad pueda alcanzar el perdón de sus pecados, la justificación, la salvación y la vida eterna en el reino de los cielos. Los hombres no pueden ser declarados justos por cumplir la Ley del Antiguo Testamento, ni tampoco por penitencias corporales, ni sacrificios, sino únicamente por creer en el sacrificio realizado por el Unigénito Hijo de Dios. Al igual que algunos religiosos de la actualidad, el apóstol Pablo antes de su encuentro personal con Jesucristo, pensaba que podía alcanzar la justificación por el cumplimiento estricto de la ley Mosaica, así como por su servicio a Dios. Por eso, cuando perseguía a la iglesia, pensaba sinceramente que estaba sirviendo a Dios, pues trataba de eliminar a este movimiento cristiano, pues consideraba que eran herejes que se oponían a las prácticas de la Ley, así como a las prácticas de las tradiciones del judaísmo. El apóstol vio en el cristianismo una amenaza a su propia religión, así como a su pueblo, y a Dios mismo. Además, vio al cristianismo como una política amenazadora porque pretendía trastornar la frágil armonía entre los judíos y el gobierno romano, por eso, el exterminio de los cristianos sería conveniente para su pueblo, para el gobierno romano y para el Dios de sus antepasados. Una vez que tuvo ese encuentro personal con Jesucristo, se le fueron abierto los ojos a la verdad de las enseñanzas del evangelio, toda su perspectiva cambió en cuanto a Cristo, la práctica de la Ley mosaica, el servicio a Dios y la justificación. Pablo vio que todo lo que pensaba que era correcto, no lo había sido, pues no tenía nada de valor en comparación con el conocimiento de Jesucristo, y su sacrificio en la cruz del calvario para el perdón de los pecados, la justificación, y la salvación de toda la humanidad. Por eso, una vez que llegó a este conocimiento de la verdad, desechó como basura todo lo que había hecho en el pasado, con el fin de ganar a Cristo y llegar a ser uno con Él. Pablo finalmente había comprendido que los esfuerzos humanos para ser declarados justos delante de Dios Padre, son inútiles, por eso dispuso en su corazón a abandonar sus propios esfuerzos para ganar la salvación y sencillamente confiar en Jesucristo para alcanzar su justificación. Al igual que Pablo, los hombres deben comprender que no pueden hacer nada para ser declarados justos, sino que necesitan a Jesucristo para ello, ya que solo por fe en el sacrificio que Él realizó en la cruz del calvario, pueden ser declarados justos en la presencia de Dios Padre. Queridos hermanos. Por más que nos esforcemos en cumplir la Ley Mosaica, las tradiciones religiosas, las penitencias, así como los sacrificios, no podemos ser declarados justos en la presencia de Dios Padre, irremediablemente necesitamos la justicia de Su amado Hijo Cristo Jesús, ya que Él, entregó Su vida para que alcancemos esa justicia. La justificación a nuestros delitos y pecados, viene solo de Jesucristo. Somos hechos justos al confiar en Él. Cristo Jesús cambia nuestros pecados y nuestras faltas por su completa justicia. Amigo. Solo los justos alcanzarán el reino de los cielos, los demás serán condenados a una eternidad de sufrimiento en el lago de fuego. Si usted todavía no ha alcanzado la justicia de Dios, no pierda más el tiempo, hoy puede ser declarado justo, si acepta en su corazón el sacrificio realizado por Jesucristo en su favor.…
ARRIESGAR LA VIDA POR CRISTO Filipenses 2:25 Mientras tanto, pensé que debería enviarles de vuelta a Epafrodito. Él es un verdadero hermano, colaborador y compañero de lucha. Además, fue el mensajero de ustedes para ayudarme en mi necesidad. 26 Lo envío porque, desde hace tiempo, tiene deseos de verlos y se afligió mucho cuando ustedes se enteraron de que estaba enfermo. 29 Recíbanlo con amor cristiano y mucha alegría, y denle el honor que una persona como él merece. 30 Pues arriesgó su vida por la obra de Cristo y estuvo al borde de la muerte mientras hacía por mí lo que ustedes no podían desde tan lejos. NTV. Epafrodito había sido enviado por los creyentes de Filipos con una ofrenda para el apóstol Pablo que se encontraba prisionero, También había sido enviado para que permaneciera con el apóstol, ayudándole en las diferentes actividades tanto seculares como ministeriales. En su estadía junto a Pablo, Epafrodito había mostrado ser un creyente diligente y trabajador, un soldado enteramente dedicado a la causa de Cristo. Pese a su dedicación en servir al apóstol y a Cristo, contrajo una grave enfermedad, pero gracias a la misericordia de Dios se había recuperado de la enfermedad. El informe de la gravedad de la enfermedad de Epafrodito había llegado a los oídos de los filipenses, razón por la cual ellos se habían angustiado. La preocupación de sus compatriotas por su salud, ocasionó una profunda tristeza en el corazón de Epafrodito, razón por la cual anhelo ir a visitarlos y tranquilizarnos. Ante esta situación, Pablo consideró que lo mejor para Epafrodito era regresar a su ciudad natal con los suyos. Estaba la posibilidad de que los filipenses no comprendieran la razón del regreso de Epafrodito. Así que el apóstol en su carta, les dio una breve explicación y les pidió que le recibieran con una calurosa bienvenida cristiana, no sólo como uno de sus compañeros que regresa del extranjero, sino como alguien altamente calificado por su fidelidad y el alto costo del servicio encomendado. La entrega a servir a Dios de todo corazón, en ocasiones conlleva a afrontar peligros, así como enfermedades, más aún en los tiempos de la iglesia primitiva, ya que en ese tiempo, los creyentes eran perseguidos por proclamar el evangelio de Cristo y encerrados en los calabozos donde no existían medidas de salubridad. En un lugar obscuro y húmedo, fue precisamente donde prestó su servicio Epafrodito cuidando y ayudando al apóstol Pablo, y posiblemente en este lugar contrajo una grave enfermedad. Seguramente Epafrodito, era consciente del peligro que corría de contraer alguna enfermedad si permanecía en el calabozo, pero pese a eso, su amor por el servicio a su prójimo y a Dios, fue más, y por eso se quedó junto al apóstol sirviéndole en lo que más podía. Este amor por el servicio a Dios, precisamente casi lo lleva a la muerte, ya que se contagió de una grave enfermedad, pero esta enfermedad no fue el final de Epafrodito, ya que se recuperó gracias a la misericordia de Dios. El creyente común, no está dispuesto a arriesgar su vida por servir a Dios, compartiendo el evangelio de Cristo, en lugares peligrosos como los centros penitenciarios, centros de adicciones y lugares similares a estos. Tampoco está dispuesto a arriesgar su vida por cuidar a las personas con enfermedades graves y muy contagiosas. Pero los creyentes como Epafrodito, siempre están dispuestos a entregar sus propias vidas por el bienestar de su prójimo, pues su amor y su entrega a Dios los lleva a eso. Además, tienen la certeza de que si mueren en su servicio a Dios, es un enorme privilegio que pocos siervos tienen, y no solo eso, sino que es una ganancia para sus almas, ya que si mueren sirviendo, llegarán a la presencia de Dios Padre. Queridos hermanos. Epafrodito por su gran amor y devoción a Dios, estaba dispuesto a morir sirviendo a su prójimo, pues valoraba la vida de sus semejantes más que la suya misma. Una actitud similar a esta, es de gran valor a los ojos del Señor. Por eso, para los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo, siempre será mejor arder por Cristo que oxidarse. Será mejor morir en el servicio de Jesús que ser contado como una mera estadística entre los que mueren de enfermedad o accidente. Hermanos. Si realmente anhelamos agradar al Señor con nuestras vidas, es momento de que empecemos a actuar. Si está en nuestra posibilidad de ayudar y cuidar a las personas que están padeciendo enfermedades graves, hagámoslo, que no nos importe que al hacerlo pongamos en riesgo nuestras vidas, ya que si morimos cumpliendo esta noble tarea, moriremos sirviendo a nuestro amado Señor.…
LUCHA CONTRA EL MALIGNO Felipenses 1:27 Sobre todo, deben vivir como ciudadanos del cielo, comportándose de un modo digno de la Buena Noticia acerca de Cristo. Entonces, sea que vuelva a verlos o solamente tenga noticias de ustedes, sabré que están firmes y unidos en un mismo espíritu y propósito, luchando juntos por la fe, es decir la Buena Noticia. 28 No se dejen intimidar por sus enemigos de ninguna manera. Eso les será por señal a ellos de que serán destruidos, mientras que ustedes serán salvos, aun por Dios mismo. 29 Pues a ustedes se les dio no sólo el privilegio de confiar en Cristo sino también el privilegio de sufrir por él. 30 Estamos juntos en esta lucha. Ustedes han visto mi lucha en el pasado y saben que aún no ha terminado. NTV. Seguir a Jesucristo resulta fácil cuando las bendiciones de Dios sobreabundan en la vida del creyente, pero todo cambia cuando las bendiciones son reemplazadas por problemas, enfermedades, necesidades económicas y persecuciones por sus creencias religiosas. En las situaciones adversas y tribulaciones, es realmente cuando se conoce a los que son verdaderos creyentes y a los que solo tenían la etiqueta de pertenecer a Cristo. Los que tienen solo la etiqueta de ser cristianos, seguramente en medio de las adversidades y tribulaciones, desistirán de permanecer en el camino de la salvación y vida eterna. Pero los que realmente son creyentes y pertenecen a Dios, permanecerán firmes en su fe en el Unigénito Hijo de Dios, aun cuando las bendiciones hayan cesado, y en su lugar hayan aparecido tribulaciones. El verdadero creyente no tiene miedo de enfrentarse a las situaciones adversas, ni tampoco al rechazo de los hombres por su fe en el evangelio de la cruz. En su lugar se mantiene firme, sin avergonzarse de su fe en medio de los hombres perversos. Permanece firme para batallar en contra de los que aborrecen y anhelan exterminar la proclamación del evangelio que da salvación y vida eterna. Ellos se mantienen firmes porque tienen la seguridad y la certeza de que en esta batalla no estarán solos, sino que tendrán la ayuda del Señor de los Ejércitos Celestiales. Y que junto a Él, jamás serán derrotados sino que tendrán la victoria sobre sus enemigos. Este es la certeza que tienen que tener todos los creyentes en la actualidad, ya que, en medio de las situaciones adversas o persecuciones, nunca estarán solos, sino que tendrán a Dios de su lado, siempre dispuesto a brindar su pronto socorro. El creyente no tiene que tener miedo a nada, ni a nadie, ya que Dios Padre le da el privilegio de confiar en su amado Hijo Jesucristo, y no solo eso, sino también le da fortaleza necesaria para sobrellevar las situaciones adversas, así como las persecuciones por causa del evangelio. Por naturaleza, los seres humanos no consideran el sufrimiento como un privilegio, pero el creyente tiene que tener esta perspectiva, ya que es un enorme privilegio que padezca por la causa de Cristo. Cuando los creyentes sufren por representar con fidelidad a Cristo ante sus perseguidores, su mensaje y su ejemplo afecta la vida del creyente, así como la vida de quienes les rodea para bien. El sufrimiento tiene estos beneficios adicionales en la vida de los hijos de Dios: (1) desvía los ojos de las comodidades terrenales; (2) desarraiga a los creyentes superficiales; (3) fortalece la fe de aquellos que persisten; (4) sirve de ejemplo a aquellos que puedan estar siguiendo. Cuando el creyente sufre por su fe n Jesucristo no significa que haya hecho algo equivocado. Es más, todo lo contrario, verifica que han sido fieles al evangelio pese a las persecuciones. El creyente debe permitir que el sufrimiento construya su carácter, sin resentirse ni mucho menos desanimarse. Queridos hermanos. El enemigo de Dios no se ha rendido en sus intentos de que los creyentes abandonen su fe en el Unigénito Hijo de Dios, por eso sigue actuando en su contra. Con este propósito utiliza a los inconversos para que persigan a los hijos de Dios que proclaman el evangelio de la Cruz, de esta forma trata de frenar la expansión del evangelio y el reinado de Jesucristo. Pero al igual que en el pasado, los planes del maligno fracasarán, ya que los creyentes están bajo el cuidado y la protección de Dios. Él les dará la fortaleza necesaria para que salgan victoriosos en la batalla de proclamar el evangelio de Jesucristo. Hermanos. Jesucristo no nos prometió que nuestra vida seria color de rosas si le seguíamos, en cambio dijo que tendríamos aflicciones. Pues Jesucristo tenía el conocimiento que padeceríamos por nuestra fe en Él, ya que el maligno trataría por todos los medios que los que aceptaron a Jesucristo como su Señor y Salvador abandonaran su fe, y volvieran a sus antiguas vidas de pecado. Pero en esta lucha, Dios está de nuestro lado, y con Él, siempre tendremos la victoria.…
EL PECADOR NO TENDRÁ HERENCIA Efesios 5:5 Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo. 6 No se dejen engañar por los que tratan de justificar esos pecados, porque el enojo de Dios caerá sobre todos los que lo desobedecen. 15 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. 18 … sean llenos del Espíritu Santo 19 cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. 20 Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. NTV. Las relaciones sexuales fuera del matrimonio, las relaciones inmorales entre personas del mismo género sexual, el consumo de bebidas alcohólicas, tabacos y otros estupefacientes, así como el enriquecimiento ilícito, no son reprobadas por la sociedad humana, más bien, son aceptadas como normales. Con esta idea de pensamiento distorsionado, promueven campañas para que estas prácticas sean amparadas bajo las leyes constitucionales de las naciones y estados. Por más que el hombre cree leyes para amparar la práctica inmoral abiertamente, estas prácticas seguirán siendo pecado delante de Dios, y todos los que practiquen tales cosas, nunca heredarán el reino de Dios. A través de los tiempos, el enemigo de Dios ha tratado de convencer a la humanidad que las relaciones sexuales antes del matrimonio y fuera del matrimonio no son pecado, así como las relaciones sexuales casuales, o relaciones entre personas de un mismo género sexual. Satanás ha tenido éxito, pues ha logrado convencer a muchas personas que esta clase de prácticas son normales, por eso, la humanidad cada vez más se está depravando, y se puede ver cada vez más que hombres y mujeres están manteniendo relaciones sexuales ilícitas sin el temor de ser disciplinados por el Señor de los Ejércitos celestiales. En esta práctica inmoral reprochada por el eterno Creador, también se encuentran algunos creyentes. Pese a que la humanidad vea con buenos ojos, disfrutar de los placeres de este mundo, delante de Dios, no es nada bueno, por eso, todo aquel que continúe practicando estos actos inmorales, impuros y licenciosos no va a tener herencia en el reino de Cristo y de Dios. Además, los deseos licenciosos como avaricia, equivale a la idolatría ya que en el corazón del hombre, siempre estará en primer lugar antes que Dios. De la misma manera, es posible que el hombre convierta al sexo en un dios para adorarlo, por eso no lo dejará fácilmente, sino que continuará en esta práctica ilícita. Continuar en esta práctica y otras parecidas es evidencia de que el hombre no ha conocido a Cristo, y el que no conoce a Cristo, no puede tener herencia en Él. Toda persona que ha alcanzado la redención gracias a la preciosa sangre de Jesucristo, tiene que tener cuidado de cómo está llevando su vida, tiene que ver si está llevando una vida como le agrada a Dios. Por eso, los creyentes no tienen que vivir como los necios, practicando toda clase de inmoralidad sexual, sino que tiene que vivir como sabios, honrando y glorificando a Dios con sus vidas. Para esto, el creyente debe estar lleno del Espíritu Santo, para que le dirija en su vida y en su comunión con Cristo. Al estar lleno del Espíritu Santo, el creyente podrá tener comunión con otros creyentes para alabar y glorificar el santo nombre de Dios, con salmos e himnos y canciones espirituales que alegren el corazón del Señor. Además, siempre tendrán un corazón dispuesto para dar gracias por todo a Dios Padre. Queridos hermanos. Los que pese a su conversión a Cristo siguen viviendo bajo el dominio de los placeres de este mundo y no siguen una vida santa y obediente a la voluntad de Dios Padre, no tendrán parte en la herencia real preparada para los que están en Cristo. Este reino es el dominio santo donde el poder y la autoridad divinos se sienten y son obedecidos. Por esta razón las cosas inmundas e inmorales no tienen parte en este reino presente, ni en el futuro. Por eso, todos los que practiquen tales cosas, no tendrán cabida en este lugar santo. Hermanos. No cambiemos nuestra herencia junto a Jesucristo por algunos minutos de alegría que nos ofrece los placeres mundanos. Estos placeres a la larga nos llevarán al dolor y al llanto eterno. Seamos sabios, abandonemos definitivamente los deseos de nuestra vieja naturaleza, y vivamos en nuestra nueva naturaleza, cantando y glorificando el santo nombre de nuestro amado Redentor.…
LA NUEVA NATURALEZA Efesios 4:17 Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios, porque ellos están irremediablemente confundidos. 21 Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, 22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 Y, en cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. 24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. NTV. Todos los que han aceptado a Jesucristo como su Señor y Salvador, deberían ser fácilmente reconocibles por su forma diferente de actuar y comportarse al resto de las personas que no han aceptado el Señorío de Cristo en sus vidas. Pero eso no sucede con la mayoría de creyentes, ya que no muestran un diferente comportamiento, pues siguen comportándose al igual que las personas que no han entregado sus vidas a Cristo. En algunos casos, el comportamiento de algunos creyentes es mucho peor que la de los inconversos. Por este inadecuado comportamiento que manifiestan algunos creyentes, los inconversos, prefieren seguir viviendo en el mundo sin entregar sus vidas a Cristo Jesús. La práctica del pecado no debe ser parte de la vida de los seguidores de Jesucristo, ya que fueron liberados de ese poder en el momento que escucharon el evangelio y aceptaron al Unigénito Hijo de Dios como su Señor y Salvador. En el momento de su conversión, los creyentes aceptaron voluntariamente abandonar los placeres de este mundo y vivir en obediencia a la voluntad de Dios, reflejando la vida de Jesucristo y sus enseñanzas en sus vidas. Por eso, el comportamiento de los creyentes debe ser diferente al comportamiento de las personas que viven sin Cristo en sus corazones. Los inconversos viven satisfaciendo a los deseos de su naturaleza carnal, porque todavía siguen bajo la esclavitud de sus impulsos carnales, además no conocen la voluntad de Dios, como sí lo conocen los redimidos por la sangre de Jesucristo. Todos los que han escuchado acerca de Jesucristo, los que han conocido la verdad que procede de Él y lo han aceptado en sus corazones, deben deshacerse por completo de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad, la maldad y el engaño. Deben reemplazar esa manera de vivir, por la nueva vida que esté acorde a su nueva naturaleza que tienen gracias al sacrificio de Cristo Jesús. Esta nueva vida del creyente debe estar bajo la dirección del Espíritu Santo, ya que Él tiene el poder para renovar los pensamientos y las actitudes que tenían en su vieja naturaleza de pecado. Esta renovación no es de la noche a la mañana, sino que es un proceso que puede tardar mucho tiempo en algunos creyentes, para que definitivamente puedan reflejar la vida de Jesucristo en sus vidas. Dado que el proceso de renovación puede durar mucho tiempo, los creyentes deben permanecer arraigados de la mano de Cristo, porque si se sueltan, pueden ceder a los impulsos de su vieja naturaleza del pecado y volver a su antigua vida pecaminosa. La manera de que los creyentes pueden permanecer arraigados a Cristo es mediante la oración, el escudriño de Su palabra, la asistencia regular a la iglesia, la participación en grupos pequeños y por supuesto, el servicio en el cuerpo de Cristo con los dones y talentos que hayan recibido del Espíritu Santo. Queridos Hermanos. Fuimos redimidos para que nos revistámos con la nueva naturaleza libre del pecado, creada para que seamos en semejanza al único Dios verdadero, quien es verdaderamente justo y santo. En todo momento nuestro comportamiento y nuestras acciones, como creyentes deben reflejar a Jesucristo, y así el mundo inconverso nos reconocerá que somos verdaderos hijos de Dios. Hermanos. Nuestra vieja manera de vivir la cual estaba viciada por el pecado, quedó en el pasado cuando aceptamos en nuestro corazón el sacrificio de Jesucristo.…
ESCOGIDOS PARA ANUNCIAR EL PLAN DE DIOS Efesios 3:7 Por la gracia y el gran poder de Dios, se me ha dado el privilegio de servirlo anunciando esta Buena Noticia. 8 Aunque soy el menos digno de todo el pueblo de Dios, por su gracia él me concedió el privilegio de contarles a los gentiles acerca de los tesoros inagotables que tienen a disposición por medio de Cristo. 9 Fui elegido para explicarles a todos el misterioso plan que Dios, el Creador de todas las cosas, mantuvo oculto desde el comienzo. 11 Ése era su plan eterno, que él llevó a cabo por medio de Cristo Jesús nuestro Señor. 12 Gracias a Cristo y a nuestra fe en él, podemos entrar en la presencia de Dios con toda libertad y confianza. NTV. Compartir las Buenas Nuevas de salvación, es un enorme privilegio que Dios concede a todos los que aceptan el sacrificio de Su amado Hijo Cristo Jesús en el madero. Para el cumplimiento de esta tarea evangelística, Dios mismo es quien los capacita, les da facilidad de palabra y autoridad para que puedan desenvolverse delante de los hombres sin ninguna clase de temor de ser rechazados. Solo gracias al poder Dios es que los creyentes pueden impactar el corazón de los hombres con el evangelio, pues Dios es quien convierte los corazones de piedra en corazones de carne. Sin la ayuda de Dios, el creyente por más conocedor de la Sagradas Escrituras que sea, o tenga grandes habilidades comunicativas, no podrá alcanzar al inconverso con el mensaje de la cruz. Con el pasar de los tiempos, un gran número de creyentes que comparten el evangelio de la Cruz, pierden la perspectiva del privilegio que es compartir el evangelio, esto con frecuencia sucede cuando con las Buenas Noticias de salvación, han logrado alcanzar a cientos o miles de inconversos para el reino de Cristo. Al ver el resultado de su ministerio, algunos creyentes llegan a olvidarse de quien actuó en el corazón de los hombres para que acepten su exposición del evangelio, fue Dios y no sus esfuerzos. En contraste a este grupo de creyentes, el apóstol Pablo, nunca perdió su perspectiva del enorme privilegio que le había dado Dios para que comparta el evangelio al mundo perdido y pecador. Pese a que había alcanzado a muchas personas con el evangelio, nunca se atribuyó ese éxito, sino que siempre lo atribuía a Dios. Además, se sentía indigno de poder llevar adelante el ministerio de la predicación del evangelio. Cuando Pablo se convirtió en ministro, Dios le dio la capacidad de predicar con eficacia el evangelio de la cruz, le dio la facultad para que pueda explicar con total facilidad a todo el mundo pecador, el misterioso plan de salvación y vida eterna, que el Creador de todas las cosas, lo había mantenido oculto desde el comienzo de los tiempos. Por eso el apóstol Pablo, siempre tenía presente que sin la ayuda de Dios, jamás habría logrado impactar el corazón de los hombres inconversos con la exposición del evangelio, por eso siempre glorificaba a Dios cuando una vida era transformada por el poder del evangelio. En el corazón de un verdadero siervo de Dios, no debe haber orgullo o vana gloria cuando una persona acepta a Jesucristo en su corazón, ni mucho menos jactancia. En su lugar, debe mantener un corazón humilde, teniendo siempre presente que los resultados de la predicación del evangelio le pertenecen al único Dios verdadero, y que él, es solo un instrumento que Dios está utilizando para alcanzar al mundo perdido y pecador, para su reino. El creyente, es solo un instrumento que Dios escoge para cumplir con su plan de salvar y redimir a los pecadores. Tal como lo escogió, también lo puede desechar si el orgullo y la vanagloria gobierna su corazón. Queridos hermanos. Dios no solo nos escogió para que anunciemos las Buenas Nuevas de salvación, sino que también por medio del Espíritu Santo nos equipa o capacita para que cumplamos nuestra tarea con eficiencia. Dios por medio de su Santo Espíritu, nos revela su plan de salvación, para que la compartamos a todo el mundo pecador.…
AMOR Y MISERICORDIA Efesios 2:1 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo el líder de los poderes del mundo invisible, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3 Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. 4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos… NTV. La autoridad que ejerce satanás sobre los hombres es real, pues él y todos los espíritus de maldad habitan entre la tierra y el cielo. Al habitar en este mundo, ejerce su autoridad y dominio, por eso la humanidad lo obedece y vive para complacer su voluntad, pues la voluntad del maligno es que toda la humanidad, viva en completa desobediencia a los mandamientos dados por Dios. Al llevar una vida complaciendo a los deseos de su padre satanás, el hombre está muerto, no físicamente sino espiritualmente. La muerte espiritual es más grave que la muerte física, ya que la muerte espiritual es la permanencia eternamente lejos de la presencia de Dios Padre. Bajo la autoridad del maligno, toda la humanidad se rinde y le obedece, por eso practican abiertamente toda clase de pecados, sin temor de ser disciplinados por el Señor de los ejércitos celestiales. La mayoría de los hombres que viven bajo el dominio de satanás, no tienen temor de Dios, pues el maligno les ha nublado el entendimiento, con engaños y mentiras acerca de la no existencia de Dios. Pero algunos hombres creen en la existencia de Dios, pero pese a eso, prefieren seguir viviendo disfrutando de los placeres de este mundo y obedeciendo a la voz de su amo satanás. Crean o no en la existencia de Dios, toda la humanidad pecadora recibirá la justa ira de Dios en el final de los tiempos. En este mundo hay una diferenciación de etnias, nacionalidades y clases sociales entre los hombres, pero en la presencia de Dios no hay esta clase de diferenciación, pues toda la humanidad comparte la misma naturaleza pecaminosa originada en Adán y transmitida a todas las generaciones humanas. Por eso, todos los que practican pecado están destituidos de la gloria de Dios. Todos están perdidos, y nadie podrá salvarse por cuenta propia. Ante la imposibilidad del hombre de salvarse de la condenación eterna por su cuenta, Dios tuvo misericordia del hombre, por eso a pesar de que estaba muerto a causa de sus delitos y pecados, le dio vida cuando levantó a su amado Hijo de los muertos. En la cruz del calvario, Cristo triunfó sobre Satanás y su poder sobre la humanidad, pagando un alto precio que nadie más podía pagar, el precio fue su bendita sangre. Ahora, el pecado ya no tiene poder en la vida de los que aceptan el sacrificio realizado por Jesucristo. La fe del hombre pecador en el Unigénito Hijo de Dios, lo declara absuelto o "no culpable" delante de Dios Padre. Al momento de la conversión del hombre pecador a Cristo, Dios no le quita del mundo ni tampoco le convierte en un muñeco para que le obedezca sin ninguna clase de oposición. Pese a su conversión, el creyente sigue teniendo total libertad para obedecer o no a Dios, por eso algunas veces cederá ante las tentaciones. La diferencia radica en que antes de pertenecer a Cristo, el creyente era esclavo de su naturaleza pecaminosa, pero ahora puede escoger vivir para honrar y glorificar el santo nombre de su Señor y Salvador, Cristo Jesús. Queridos hermanos. Antes de conocer a Jesucristo, nosotros estábamos bajo el control del maligno, y por eso disfrutábamos de los placeres de nuestra naturaleza pecaminosa, pero en el momento de nuestra conversión, fuimos liberados de ese control, ahora el pecado no tiene el control de nuestras vidas, por eso podemos elegir entre seguir pecando o vivir para honrar y glorificar al Señor con nuestras vidas. Hermanos. Ya que hemos hallado la libertad de la condenación eterna que nos esperaba por nuestros delitos y pecados, apartémonos definitivamente de esa vida pecaminosa, y llevemos una vida de total obediencia a Aquel que entregó su preciosa vida en el madero para darnos esa libertad, y la posibilidad de vivir eternamente en su reino venidero.…
EL PLAN DE DIOS Efesios 1:7 Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. 8 Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento. 9 Ahora Dios nos ha dado a conocer su misterioso plan acerca de Cristo, un plan ideado para cumplir el buen propósito de Dios. 10 Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra. 11 Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan. NTV. No todos los planes que hacen los hombres resultan bien, pues algunos quedan inconclusos debido a que no tienen los éxitos deseados. Por eso, muchos de estos planes quedan abandonados y reemplazados por otros nuevos . En contraste a los planes de los hombres, los planes de Dios se cumplen a cabalidad y tienen los resultados anhelados. Dios antes de crear todas las cosas existentes en el universo, ideó un plan maravilloso, y éste se ha venido cumpliendo exitosamente a través de la historia de la humanidad, y se seguirá cumpliendo hasta el momento que Jesucristo finalmente ponga fin a la maldad y el pecado de este mundo, y gobierne sobre todas las cosas creadas con poder y autoridad. El plan de Dios no solo fue que su amado Hijo Cristo Jesús reinara sobre toda la creación, sino que también la corona de su creación tenga parte en este reinado. Dios creó al hombre para que gobernara su creación conjuntamente con su amado Hijo. Pero el hombre desaprovechó este maravilloso propósito para él, al preferir el pecado y las vanidades de este mundo. El pecado apartó al hombre de cogobernar con Jesucristo la creación de Dios, pero Dios en su omnisciencia, sabía que el hombre iba a abandonar su propósito por preferir los placeres de este mundo, por eso entre sus planes también estaba cómo encaminar nuevamente al hombre para que llegara a cumplir sus propósitos iniciales. Y esto lo lograría por medio del sacrificio de su amado Hijo en el madero. Jesucristo vino a este mundo para que el plan de Dios para redimir al hombre pecador se hiciese realidad, y esto lo hizo posible a través de su muerte en la cruz del calvario. En la cruz, Jesucristo pagó un alto precio para liberar al hombre de la esclavitud del pecado. En el período del Antiguo Testamento, antes de la llegada del Hijo de Dios a este mundo, el perdón y la remisión de pecados se garantizaba en base a la sangre vertida de animales. Ahora el hombre pecador puede recibir el perdón en base al derramamiento de la sangre de Jesús en el madero, porque Jesucristo murió y fue el sacrificio perfecto, y verdadero para el perdón de los pecados. Este perfecto plan de Dios se ha cumplido a cabalidad, ahora todo hombre puede alcanzar el perdón de Dios, y poder gobernar conjuntamente con Jesucristo sobre toda la creación. Este plan para redimir al hombre pecador, estuvo en secreto antes de la llegada de Jesucristo a este mundo, pero con Su llegada y Su sacrificio en el madero, el plan de redención fue completamente revelado a toda la humanidad, y no solo eso, sino también, el futuro gobierno de Jesucristo sobre toda la creación. Por eso a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Su amado Hijo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra. En aquel día, absolutamente todo estará bajo el gobierno de Cristo. y de los que están unidos a Él, pues ese fue el propósito de Dios al crear al hombre. Queridos hermanos. Dios no escondía a propósito su plan de redimir al hombre pecador, sino que siempre estuvo a la vista de todos, pero pese a eso, su plan para el mundo, solo se comprendería por completo una vez que Jesucristo resucitara de entre los muertos. Pese a que el plan de Dios está completamente revelado en la actualidad, muchas personas aún no lo entienden o no lo quieren entender, por eso no aceptan el enorme precio que pagó Jesucristo para liberarlos de la esclavitud del pecado. Amigo. Acepte el plan de redención que Jesucristo le está ofreciendo, pues al aceptarlo, será liberado de la esclavitud del pecado, hallará el perdón y la posibilidad de ser coheredero de toda la creación conjuntamente con el Unigénito Hijo de Dios.…
COSECHA Y SIEMBRA Gálatas 6:7 No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. 8 Los que viven sólo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte. Pero los que viven para agradar al Espíritu cosecharán vida eterna. 9 Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. 10 Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la familia de la fe. NTV. Existen dos maneras de caminar en los caminos del Señor. Un camino es vivir bajo los deseos de la naturaleza pecaminosa, disfrutando de cada uno de los placeres que ofrece este mundo. De igual manera, llevar una vida de egoísta sin preocuparse por atender las necesidades del prójimo, y no solo eso, sino que aprovechándose de las necesidades de ellos. Sin duda, los que llevan esta clase de vida, no reflejan la vida que deben llevar como seguidores de Jesucristo, sino que caminan por este mundo, como uno más de los que nunca aceptaron el evangelio de la cruz. La otra manera de caminar por este mundo, es llevando una vida que honre y glorifique a Dios, obedeciendo su palabra, llevando una vida de santidad, apartado de todos los placeres de este mundo. Los que deciden caminar por este camino tras su conversión a Cristo, se preocupan de velar por las necesidades de su prójimo, de igual manera abogan para que sus derechos no sean quebrantados. Posiblemente los que caminen bajo la voluntad de Dios, no vean lo resultados inmediatos a su favor, ni tampoco reciban palabras de agradecimiento por su labor en favor de los más necesitados, en cambio sufran pruebas o persecuciones por su fe férrea en el Unigénito Hijo de Dios. Estas situaciones adversas posiblemente causen un desaliento en la vida de los creyentes, pero no deben dejarse vencer por este desaliento, sino que deben seguir adelante, llevando una vida bajo la dirección del Espíritu Santo. Sabiendo que a su debido tiempo del Espíritu Santo cosecharán vida eterna en el reino de los cielos. Los creyentes que caminen bajo la dirección del Espíritu Santo no solo cosecharán vida eterna, sino que también cosecharán numerosas bendiciones de parte de Dios Padre, ya que Dios es justo y dará a sus hijos una justa retribución por llevar una vida que le honre y le glorifique. Igualmente, los que caminen para satisfacer los deseos de su carnalidad tras su conversión a Cristo, también tendrán retribuciones a su debido tiempo, ya que, de su naturaleza pecaminosa, cosecharán destrucción y muerte. Dios es justo con todos, por eso a su debido tiempo derramará su justa ira sobre todos los que aceptaron a su amado Hijo, y no caminaron en sus caminos, sino que llevaron una vida complaciendo a los deseos de su naturaleza carnal. Nadie puede burlarse de Dios, el castigo sobre los que se pervirtieron tras su conversión, será más severo que el castigo sobre los que nunca aceptaron el sacrificio de su amado Hijo en la cruz del calvario. Queridos hermanos. Al final de todo, todos cosecharán lo que sembraron. Algunos que recibieron de labios a Cristo, serán condenados a una eternidad de sufrimiento, pero los que recibieron a Cristo de todo corazón y caminaron en sus caminos, llevando una vida de obediencia a cada una de sus enseñanzas, y bajo la dirección del Espíritu Santo, recibirán la vida eterna, y también abundantes bendiciones de parte de Dios Padre. Hermanos. Posiblemente no estemos viendo los resultados de llevar una vida de total obediencia a Dios, pero eso no tiene que desanimarnos, sino que tenemos que persistir en ella, sabiendo que a su debido tiempo, Dios nos recompensará, y cosecharemos los frutos de haber caminado en total obediencia a la voluntad de nuestro amado Padre eterno. Por eso, mientras tengamos aliento de vida, no nos cansemos de extender nuestras manos a los más necesitados, ni de defender sus derechos, ni tampoco de llevar una vida en completa santidad, que honre y glorifique el santo nombre de nuestro amado Señor y Salvador Cristo Jesús.…
LUCHA DE FUERZAS Gálatas 5:16 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. 17 La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones. 24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí. 25 Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. NTV. Pese a tener muchos años en los caminos del Señor, un gran número de creyentes tienen deseos naturales hacia el mal y no los pueden ignorar. Estos perversos deseos no desaparecen automáticamente cuando las personas aceptan a Jesucristo como su Señor y Salvador. Estos deseos muchas veces persisten por que los creyentes no llegan a mantener una estrecha relación con el Señor. Pues no dan tiempo a la oración ni tampoco al estudio de las Sagradas Escrituras. Cuando la mente del creyente está vacía de las Escrituras, los deseos carnales se fortalecen y debilitan la voluntad del creyente a no ceder a los impulsos de su vieja naturaleza carnal. Cuando el espíritu del creyente está debilitado, los deseos carnales fácilmente llegan a dominarlos hasta el punto de llevarlos a caer en el pecado. Cuando el redimido acepta a Jesucristo en su corazón, pasa a ser morada del Espíritu Santo. Este Espíritu de Dios ayuda al creyente para que no seda fácilmente a los impulsos de su naturaleza carnal, porque los deseos del Espíritu Santo son opuestos a los deseos de la carne. Como los deseos de la carne y los deseos del Espíritu son opuestos, existe un conflicto entre ellos en el interior del creyente. La carne quiere satisfacer sus deseos carnales y desea que el creyente ceda a esos deseos. En tanto que el Espíritu quiere agradar a Dios y desea que el creyente viva bajo la voluntad de Dios honrándole y glorificándole. Por eso para el cristiano, hacer lo que la naturaleza espiritual pide es experimentar la vida que tiene en Cristo. El cristiano es libre pero su libertad es limitada a no hacer lo malo. Todos los que han aceptado el sacrificio realizado por Jesucristo, han crucificado los deseos de su naturaleza carnal en la cruz, por ende, esos perversos deseos ya no tienen que gobernar la vida del creyente. En la cruz de Cristo, los deseos carnales como las pasiones y los placeres de este mundo están muertos, en el sentido que ya no tienen dominio de mantenerlos esclavizados como antes de que el creyente aceptara al Señor. Es importante aclarar que la analogía paulina de la crucifixión de la carne no quiere decir que los deseos carnales hayan muerto completamente. La crucifixión de la carne quiere decir que el poder de la carne o del viejo hombre ha sido quebrantado. El poder del Espíritu en Cristo Jesús puede mantener el dominio de la carne sin ningún poder en el creyente, siempre y cuando el creyente camine en el poder del Espíritu Santo. Para el creyente, el poder de la carne ya no es como antes que estaba esclavizado en su dominio, ya que ahora tiene en su interior morando al Espíritu Santo de Dios, Quien es más poderoso que la carne, además la naturaleza carnal fue herida de muerte cuando fue crucificada junto a Jesucristo en el madero. Queridos hermanos. Si queremos agradar a Dios con nuestras vidas, debemos apartarnos de nuestro pecado y clavar voluntariamente nuestros malos deseos naturales a la cruz. Por su puesto esto no será nada fácil ya que los deseos de la carne batallarán para que cedamos a sus deseos pecaminosos, pero pese a que la carne batalle, ya está herida de muerte, además tenemos al Espíritu Santo de nuestro lado, quien es más poderoso que los deseos de la carne. Hermanos, pese a nuestra conversión a Cristo, todavía tenemos la capacidad para pecar contra Dios, pero hemos sido liberados del poder del pecado y no debemos dejarnos dominar por él. Cada día debemos entregarle nuestras tendencias pecaminosas a Dios y a su control, clavándolas en la cruz de Cristo. Tengamos presente que nuestra única vía a la libertad de nuestros deseos naturales hacia el mal es por medio del poder del Espíritu Santo que mora en nuestro interior.…
HIJOS ADOPTADOS Gálatas 4:3 … antes de que viniera Cristo. Éramos como niños; éramos esclavos de los principios espirituales básicos de este mundo. 4 Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. 5 Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos. 6 Y, debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar Abba, Padre. 7 Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios. Y, como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero. NTV. Es un error creer que se puede alcanzar la salvación por cumplir la ley dada por el eterno Creador en el monte Sinaí. Es un error porque nadie puede cumplir rigurosamente con todos los aspectos de la ley, ya que si quebranta un solo mandamiento quebranta toda la ley. Por ende, no alcanzaría la salvación y todos sus esfuerzos para tratar de cumplir la ley, serían en vano. En el pasado, antes de que el Unigénito Hijo de Dios viniera a este mundo para entregar su vida por los pecadores, la sociedad judía tenía que tratar de cumplir la ley para alcanzar la salvación y la vida eterna en el reino de los cielos, pero todos sus esfuerzos resultaban inútiles, ya que constantemente fallaban en cumplir con toda la ley. Los judíos al tratar de cumplir la ley se esclavizaban a ella. Ante la imposibilidad del hombre para cumplir con todos los aspectos de la ley, cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios en su inmenso amor y misericordia por la humanidad pecadora, envió a su amado Hijo Cristo Jesús a este mundo para que entregara su vida por los pecadores. Cuando llegó el tiempo, y tal como fue profetizado la llegada del Mesías a este mundo, el Unigénito Hijo de Dios nació de una mujer, fue un ser humano de carne y hueso al igual que todos los hombres. Jesús nació como un judío, estaba sujeto a la ley de Dios, y durante su estadía en este mundo, la cumplió en plenitud. Jesucristo no quebrantó ninguno de los aspectos de la ley del Monte Sinaí, sino que lo cumplió rigurosamente con todos. De esta manera Jesús fue el sacrificio perfecto, porque a pesar de que fue totalmente humano, nunca pecó. Su muerte compró libertad para todos los que estaban bajo la esclavitud del pecado y para que pudiesen ser adoptados como miembros de la familia de Dios. Bajo la ley romana, un hijo adoptivo disfrutaba de todos los derechos legales relacionados con las propiedades de su padre, incluso si anteriormente fue un esclavo. No era un hijo de segunda clase, era igual a cualquier otro hijo, biológico o adoptivo, en la familia de su padre. Con su muerte en la cruz del calvario, Jesucristo hizo posible que los que acepten su sacrificio puedan ser adoptados como verdaderos hijos de Dios. Los redimidos como hijos adoptados de Dios, tienen los mismos derechos de Jesús para con los recursos de Dios Padre; de manera que pueden reclamar lo que ha provisto para todos los redimidos: su identidad total como verdaderos hijos. Los que antes eran esclavos, al aceptar el sacrificio de Cristo se vuelven hijos de Dios y tienen una relación íntima con Él. Gracias a Cristo, no hay razón para que los redimidos tengan miedo a Dios Padre. Pueden acercarse confiadamente a su presencia y llamarlo Abba Padre, esto gracias a que el Espíritu Santo mora en su interior desde el momento de su redención. Ante este acercamiento sin temor, Dios los recibirá como miembros de su familia y les dará la herencia prometida. Queridos hermanos. Antes de conocer a Jesucristo éramos esclavos del pecado, pero ahora, gracias a nuestra fe en el sacrificio realizado por el Unigénito Hijo de Dios en el madero, somos libres de toda condenación y no solo eso, sino que también somos verdaderos hijos de Dios. Además, somos herederos de todas las bendiciones espirituales. Esta posición en Cristo no fue por nuestros méritos, sino por el sacrificio de Cristo en la cruz, por lo cual siempre tenemos que honrarle y glorificarle. Hermanos.…
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